sábado, 15 de noviembre de 2014

ANIMALES SALVAJES : COCODRILO MARINO

Definición del cocodrilo 

Es un reptil que vive en el agua con dientes muy afilados y larga cola y  patas cortas  verdes.

Características del cocodrilo marino

Estos reptiles están adaptados a llevar un modo de vida semi-acuática. Son excelentes nadadores y también pueden pasar poco tiempo en tierra firme.
Su piel es dura, rígida y cubierta por resistentes escamas que sirven como armadura. Su cola está provista de fuertes músculos que le permiten un mejor desplazamiento. Las patas delanteras están formadas por cinco dedos deparados y las traseras por cuatro. Sus ojos les permiten visiones binoculares y contienen una membrana transparente que se mueve en sentido transversal actuando como un párpado adicional. Las fosas nasales están adaptadas a su vida acuática, pues pueden respirar sumergidos cerrando un mecanismo de su garganta para evitar que el agua entre a los pulmones.
Sus pulmones son de gran tamaño, tanto, que les permiten resistir hasta seis horas bajo el agua en movimiento. Por el contrario, si se encuentran quietos, la energía almacenada es mayor, por lo que llegan a aguantar hasta dos días sumergidos por completo.
Al igual que otros miembros del reino animal, el cocodrilo modifica su temperatura corporal de acuerdo a la variación del ambiente. Suelen caminar lentamente, incluso en su paso llamado “galope” que es lo máximo que pueden alcanzar, llegan a la velocidad de 17 km/h.

Es común ver cocodrilos a las orillas de ríos con la mandíbula abierta; esto es para calentarse en horas frías de las mañanas o bien, refrescarse en las partes más calurosas del día.

Alimentación del cocodrilo

Su dieta es variada. Los más jóvenes consumen cangrejos, ranas, tortugas, insectos y otros animales pequeños. Los más grandes optan por alimentarse de peces, carroña, aves acuáticas y mamíferos de gran tamaño como búfalos, impalas, cebras, ñus, entre otros.
Su técnica de caza es muy cautelosa. Se acercan por debajo del agua para que puedan ser percibidos, saliendo sorpresivamente para no dejarle tiempo de reacción a la presa. Estos aferran su poderosa mandíbula al cuerpo de la víctima llevándola bajo el agua para ahogarla. Un método muy útil utilizado por estos reptiles, es el de girar sobre su propio cuerpo al mismo tiempo que tienen aferradas a sus presas; esto es para retorcerlas y despedazarlas.
Debido a que no pueden masticar, cortan en pedazos al animal e ingieren el trozo completo. Los ácidos de su estómago, les permiten digerir los huesos y conchas sin ningún problema.
Increíblemente pueden modificar su metabolismo de acuerdo a las temporadas de abundancia o escasez. Cuando el alimento sobra, aceleran la velocidad de su digestión, y cuando no hay mucho por escoger, la vuelven lenta para permanecer más tiempo sin comer, incluso hasta dos años en el caso de los ejemplares de mayor tamaño. 



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